Líder brillante a 10 puntos del segundo clasificado y a 12 del eterno rival. Igualando récords como el del Real Madrid de la 60-61. Pleno en la 'etapa reina' ante los grandes. El Barcelona quiere 'salirse' de la tabla y de momento no encuentra oposición en sus rivales.
Los que no estaban seguros de que Josep Guardiola pudiese llevar al conjunto azulgrana a lo más alto deben estar escondiéndose. Se decía que era un técnico sin experiencia como para domar un vestuario lleno de estrellas, pero finalmente parece que la situación no le ha venido grande.
El Barcelona ya es campeón de invierno, pero ahí no acaba la cosa. El equipo de la ciudad condal, tras dos temporadas de malos resultados, está ahora en la punta del iceberg, camino de superar en cantidad de puntos al Real Madrid de Schuster e igualado con el conjunto blanco de la 60-61 en el periodo invernal.
Aspirante a ganar la Champions, con media Liga en el bolsillo y dentro de la Copa del Rey, el club presidido por Joan Laporta tiene en Messi a su principal estandarte, acompañado por un gran Etoo y un Henry que vuelve a recordar a aquel jugador que 'enamoraba' en el Arsenal inglés.
Xavi es el director de la medular de una orquesta que no desafina. Iniesta, castigado por las lesiones, aporta grandes cantidades de calidad cuando está. Touré y Keita dan ese equilibrio que todo gran equipo necesita. Alves completa una banda derecha de numerosos quilates. Puyol dirige con acierto la zaga. La máquina carbura con una precisión minuciosa.
Los otros grandes aspirantes para hacerse con el título de Liga, Real Madrid, Sevilla, Villarreal, Atlético y Valencia, han sido incapaces de plantar cara a los hombres de Guardiola. Se han estrellado contra un muro. De momento, la Navidad se ha teñido de azulgrana. Habrá que ver si ocurre lo mismo a final de temporada.
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