Al conjunto malagueño se le puso el partido de cara con el penalti de Sergio de Apoño en el minuto cuatro, pena máxima que el propio centrocampista blanquiazul se encargó de transformar en el 0-1 de ejecución perfecta. Los de Tapia lo tenían todo a favor para jugar como más le gusta, a la contra, pero ya no llevó más peligro a la portería local en toda la primera parte.
Osasuna empató en su primera ocasión clara, en una jugada de estrategia, un saque de banda, que tras peinadas del uruguayo Pandiani y Masoud, condujo el balón a Plasil, quien solo ante Goitia estableció el 1-1 con un disparo raso por debajo de las piernas del portero visitante. La remontada local no llegó hasta una falta provocada por Masoud en la que su compatriota Nekounam hizo el 2-1 con un lanzamiento perfecto.
Recital de expulsiones
Todavía Osasuna pudo ampliar su renta en una ocasión de Plasil, pero los últimos minutos de la primera parte estuvieron marcados por las expulsiones de Puñal y Gámez. El osasunista se fue al vestuario por una doble amarilla en el minuto 41 y el jugador del Málaga vio la roja directa por un pisotón a Masoud en el 45.
El segundo periodo fue, por tanto, un diez para diez, con muchos más espacios para los dos equipos, que protagonizaron un fútbol vistoso con continuas transiciones hacia el marco rival y repliegues al límite de la extenuación física. Sin ocasiones para ningún equipo, la clave del encuentro fue la segunda expulsión en las filas locales, tras ver el central Josetxo la segunda amarilla en el minuto 69.
El Málaga, tras un libre directo del portugués Duda que despejó Roberto, aprovechó la superioridad numérica de inmediato, con goles de cabeza en el segundo palo de Lolo y de Salva Ballesta.
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