jornada 11 valladolid-real madrid

Tras una primera parte que no tendría que haber existido nunca, en la que el único peligro del Real Valladolid se tradujo en un cabezazo de García Calvo que sacó Marcelo bajo palos y un par de tímidas entradas de Pedro León por la banda del propio lateral brasileño, se antojaban pocas posibilidades de mejora en el juego del equipo blanco.
De hecho, en estos borrosos minutos que es mejor no recordar demasiado, los de Bernd Schuster sólo atacaron un par de veces, con un tiro de Higuaín y una jugada en la que Raúl estuvo a punto de sorprender a Asenjo. Algo muy mediocre, para ir abreviando.
El cambio de rumbo, al menos en el marcador, se produjo nada más iniciarse la segunda parte. Pedro León volvió a entrar por la banda, asistió al interior del área y Fabián Canobbio conectó un tiro que no pudieron tapar Gago, Ramos ni Casillas, vendidos todos ellos ante el gran golpeo del uruguayo.
La situación exigía una mejora importante en el juego, la actitud y el orgullo del Real Madrid. Schuster sustituyó a un despistado Van der Vaart, que parece empeñado en no asentarse en el equipo, y metió a Sneijder en su lugar. Al menos, el diez madridista le dio algo más de profundidad y opciones de disparo. Raúl, Guti e Higuaín estaban funcionando a menos de un treinta por cien, de ahí el déficit de jugadas de ataque.
La mejor opción para el empate, no obstante, fue en un par de arreones de los blancos cuando continuaron jugando mientras un hombre del Valladolid estaba quejándose en el suelo de una posible lesión. Todo continúo con un tiro durísimo de Sneijder que Asenjo repelió bajo palos y un córner posterior.
Los minutos iban pasando, el Valladolid ni reculó ni optó por seguir atacando con insistencia -de hecho no lo hizo en todo el partido- y el Real Madrid se intentaba apoyar en Drenthe y Saviola para dar un aire nuevo al ataque. Pero no llegó ni un triste soplido, ni siquiera en una cesión horrible de Borja que dejó completamente solo a Raúl ante Asenjo a falta de tres minutos para el final. Por falta de acierto, por desidia, por cansancio o porque esto ya no más de sí, el capitán perdonó el gol del empate en una acción en la que todos suelen coincidir que nunca perdona.
El partido se iba muriendo y las convicciones de los madridistas también. Un juego y una actitud tan pobres que, pese a los regalos y dos lanzamientos de esquina en los últimos suspiros, ni tan siquiera fue un quiero y no puedo.
LA FICHA DEL PARTIDO:
1 - Real Valladolid: Asenjo; Pedro López, Prieto, García Calvo, Marcos; Vivar, Álvaro Rubio; Pedro León (Borja, min. 68), Canobbio (Baraja, min. 81), Sesma y Víctor (Oscar Sánchez, min. 90).
0 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Heinze, Marcelo (Drenthe, min. 69); Gago, Javi García (Saviola, min. 81) Guti; Van der Vaart (Sneijder, min. 62), Raúl e Higuaín.
Goles: 1-0: Min 48, Canobbio.
Árbitro: Fernández Borbalán (colegio andaluz). Amonestó a García Calvo, Canobbio, Pedro León, Van der Vaart, Guti y Gago. Dos amarillas a Gabriel Heinze, expulsado en el minuto 88.
Incidencias: Estadio José Zorrilla. 21.000 espectadores.